Estoy aquí, con la voz de otro,
de aquél que vivió como un suspiro, (1)
estoy aquí, desterrando el hastío,
venerando el silencio y su nuevo ciclo. (2)
El año se fue como una luz,
como un tatuaje en el agua de los sueños, (1)
perfumando el vacío como un nardo,
diluyendo las penas a su paso. (2)
Pero ya llegarán nuevos vientos
en esta casa que se erige como un templo: (1)
Se posarán las estaciones,
esa calidez que clama renacer
de manos y habitaciones. (2)
Autores:
(1) Ramiro Rodríguez
(2) Patricia Alpuche
Gracias por este maravilloso ejercicio que me permitio compartir a su lado
ResponderEliminarEsperemos no sea ni la primera ni la ultima
Saludos
Se acoplaron bien y logran un poema bonito. Los felicito.
ResponderEliminarUn placer leerlos.