22 de enero de 2010

Telúrico


I

En Haití, la tierra no es tierra,
las calles no son calles.
Las mujeres levantan sus rostros
para cortar la desnudez
                                     de las bestias.
Los hombres huyen
con la pregunta en sus labios,
las palabras del miedo,
pájaros entumecidos
en el movimiento
                           del sol.


II

En Haití, el hambre no es hambre,
el caos se tatúa en cuerpos de gente vacía.
Los niños abren sus ojos
                                      como lunas desoladas
en el fondo de lagos, se cubren de polvo,
derraman el líquido de la inocencia,
quedan como hojarasca
                                     sobre las plazas.


III

En Haití,
               los árboles no son árboles:
son estatuas resquebrajadas,
polvo que vuelve
                           al origen del tiempo.
Las casas en los barrios no son casas:
son gigantes muertos sobre las calles,
escombros en la lengua
                                     del viento.

Autor: Ramiro Rodríguez

4 comentarios:

  1. Jose Enrique Saucedo25 de enero de 2010, 13:14

    Algunas veces
    es decir casi siempre
    la poesía es consuelo
    letra viva que no salva
    pero entender el dolor del otro
    es poesía necesaria

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  2. HOLA.
    TU POEMA REFLEJA LA SITUACION TAN LAMENTABLE QUE PREVALECE EN HAITI, VEMOS LAS IMAGENES EN LA TELEVISION Y APENAS PUEDE CREERSE TANTA DEVASTACION Y DOLOR. SIN EMBARGO SE AFERRAN A LA VIDA, A PESAR DE TODO.

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  3. Apreciable Enrique:

    Nos abrimos al exterior para no ahogarnos por la desgracia ajena, compartimos el agua y el despojo, la empatía nos invade la lengua, nos conmueve el padecimiento de nuestros hermanos haitianos.

    Los humanos somos seres tan pequeños.

    RR

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  4. Teresita Loera:

    Un abrazo fuerte. Te extrañamos mucho en Matamoros. Saludos hasta la tierra donde "el azúcar es más dulce".

    RR

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