23 de abril de 2007

Poesía de José Arrese



Don José Arrese Falcón ejerció la educación, además de dirigir El Puerto de Matamoros, periódico de su propiedad. Poeta nacido el 21 de enero de 1851 en la Ciudad de Monterrey, Nuevo León. Vivió en Matamoros, Tamaulipas, desde 1879, lugar donde desarrolló la obra poética reunida en Prosas rimadas (1904), de donde se toman los siguientes textos. Murió en 1917.



A Margarita

Me miraste mujer, mas me miraste
miradas modestísimas mintiendo;
matrimoniales miras manteniendo,
mil mojigatos mimos me mostraste.

Mis malas miras mucho moderaste
místicamente mi moral moviendo,
mas mis miras malvadas mereciendo
mientras más mi moral mistificaste.

Me mentiste muchísimo mimándome,
muchísimo mentiste, mas medita:
Miradas maquiavélicas mandándome,

me mandas mi mortaja, Margarita,
me matarás... mas mátame mirándome:
Me moriré mirándote... ¡Maldita!




La esencia y la forma

Unánimes proclaman hoy las ciencias
que en este mundo todo se transforma,
que la materia, al disolverse, forma
seres nuevos y nuevas existencias.

Aunque rechacen tímidas conciencias
de esta triste teoría la reforma,
a mis creencias servirá de norma
y el fondo formará de mis creencias.

Es la esencia un arcano indescifrable
y la forma tan sólo un episodio
de la vida fugaz y deleznable,

a que la esencia sirve de custodio:
¡Qué puede, en esta vida, haber estable
cuando el cariño se convierte en odio!




El tiempo y el espacio

Nos espanta la idea de la muerte
porque la confundimos con la nada;
la de la eternidad nos anonada,
sin que a explicarla la razón acierte.

Y el infinito en sombras se convierte
a pesar de sondearlo la mirada,
porque la luz del alma está velada
con el cauz de la materia inerte:

Imposible es la nada tan temida,
la muerte solamente es un peldaño
de la escalera inmensa de la vida.

El tiempo y el espacio son engaño:
La eternidad es tiempo sin medida
y el infinito, espacio sin tamaño.




Símil

Al Sr. Nicolás Lazo de la Vega

Estudiando las conchas se ha encontrado
que las perlas riquísimas de Oriente
no son más que tumores de las ostras
que poco a poco en sus entrañas crecen.

Y sin pensar el hombre en los dolores
del molusco que criándolas perece,
hace con ellas elegantes joyas
para adornar de la mujer las sienes.

Y la mujer por vanidad las compra,
y el agiotista por medrar las vende,
mientras la pobre concha abandonada
allá en la playa, solitaria, muere.

Los versos son como las perlas: llagas,
tumefacciones de enfermiza mente
que del poeta la existencia minan
y cruel veneno en sus entrañas vierten.

El editor para medrar los compra
viendo sólo la cuenta que le tiene,
y encuadernados en lujosos libros
como vil mercancía los expende.

O enriquecen el álbum de una hermosa
que acaso ni siquiera los comprende,
mientras el loco, solo y miserable,
en un rincón de su tugurio muere.


De Prosas rimadas (E.A., 1904)

5 comentarios:

  1. Donde las ideas escurren sutilmente sobre el papel en blanco, dejando a cada linea un deseo, un sentimiento, a veces de temor, y otras de amor...

    Pero lamentable o afortunadamente para ustedes el sentimiento que mancha esta tinta no son de amor... si no de buenos deseos y gratitudes...

    Saludos Amigos.

    Atte. W. Emmanuel Ramirez N. (willy)

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  2. Saludos Willy. Las puertas del Ateneo siguen abiertas para los talentos de Matamoros, ahora los martes 8:00 PM.

    RR

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  3. Por favor publiquen su poesia Dios. Es obra opus y mas gente merece conocerla. Mil gracias!

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    1. Estimado amigo(a):

      El poema "Dios" está publicado. Aparece en la obra Prosas rimadas (E. A. , 1904) y en la antología Voces desde el Casamata (ALJA, 2010) del Ateneo Literario José Arrese. No tenemos autorización para publicarla en este sitio. Si no puede comprar alguno de los libros, éstos se pueden consultar en la Biblioteca Juan B. Tijerina de la ciudad de Matamoros. Gracias por su visita.

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  4. Sería interesante conocer este poema, el título parece sugestivo, simple, y despuerta mi curiosidad.

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